Navegando de blog en blog me he detenido en algo que vi en la televisión hace unos meses. Se trata de la obra de la japonesa Yayoy Kusama. Una peculiar artista contemporánea que despreciaba el consumismo de Andy Warhol y cuya extravagancia hizo que se fuese a vivir de forma voluntaria a un manicomio en Japón donde actualmente da rienda suelta a su inquietud artística.
Pues bien, esta señora convenció a IKEA para que le donase unos muebles blancos y hacer que los visitantes a su exposición se sintiesen en su piel y adornasen la habitación con lunares de colores. A esta performance la llamó 'the obliteration room', la sala de la obliteración, que yo interpreto como la destrucción de la pureza del blanco para pasar a la locura/alegría del color.
Tras ver esta performance me acordé de Matisse y su uso 'racional' del color, aunque mas bien habría que apuntar la influencia de Georges Seurat y su Divisionismo, que entendían que los colores tenían su máxima expresión cuando se plasmaban de forma separada, sin mezclarse físicamente, de forma aditiva, para formar otros colores.
¿Tendrá algo que ver el arte de Kasuma con el divisionismo de Seurat?
Pues bien, esta señora convenció a IKEA para que le donase unos muebles blancos y hacer que los visitantes a su exposición se sintiesen en su piel y adornasen la habitación con lunares de colores. A esta performance la llamó 'the obliteration room', la sala de la obliteración, que yo interpreto como la destrucción de la pureza del blanco para pasar a la locura/alegría del color.
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| La parade de Cirque. Saurat. |
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